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J. Brian Bransfield

La fuente de toda santidad

  • juan diego esquivias padillahas quoted6 months ago
    Papa Benedicto XVI lo explica: «… el Señor Jesús, «el camino, la verdad y la vida» (Jn 14,6), se dirige al corazón anhelante del hombre, que se siente peregrino y sediento, al corazón que suspira por la fuente de la vida, al corazón que mendiga la Verdad. En efecto, Jesucristo es la Verdad en Persona, que atrae el mundo hacia sí»[39].
  • juan diego esquivias padillahas quoted7 months ago
    la murmuración es exactamente lo contrario del Sacramento de la Penitencia. En la confesión le decimos al sacerdote nuestros propios pecados; en la murmuración le contamos a un conocido las faltas de un tercero, ya sean reales o lo que nos parece a nosotros. En la confesión solo podemos decírselo a una persona, que está obligada por el sigilo sacramental a no contarlo nunca a nadie; en la murmuración contamos cosas a los demás sabiendo que ellos se lo contarán a otros. En la confesión cumplimos una penitencia; en la murmuración le imponemos a otra persona la penitencia de la difamación.
  • juan diego esquivias padillahas quoted7 months ago
    Hubo tres revoluciones de entidad en estos últimos 200 años que han influido grandemente en nuestra identidad: la revolución industrial, la revolución sexual y la revolución tecnológica[11]. La revolución industrial refiere a aquella frenética búsqueda de la felicidad mediante la adquisición de cosas tal como surgían de la cadena de producción. El consumo y la adquisición se convirtieron en el patrón de lo que tenía valor. La infraestructura que la industria requería arrebató al padre del hogar familiar. Después de que los beneficios y los negocios sustituyeran al matrimonio y a la familia, le llegó la hora al placer. La misma búsqueda frenética impulsó la revolución sexual, que no era de cosas, sino de placer. Tales esfuerzos no traen la felicidad, simplemente van ahondando una herida en nuestro corazón, y el malestar residual que se crea necesita una válvula de escape que a su vez empuja a una búsqueda aún más frenética. El sexo como placer se convirtió en una industria lucrativa.
  • juan diego esquivias padillahas quoted7 months ago
    La libertad no es la inmunidad a las constricciones, sino el deseo del bien auténtico.
  • juan diego esquivias padillahas quoted7 months ago
    Con la fe, como con todo lo demás, deseamos medir los resultados y maximizar la rentabilidad. Evaluamos nuestra relación con Dios haciendo inventario de las cosas buenas y las recompensas. A menudo buscamos a Dios en los resultados, más que en los signos que nos va poniendo delante. Es muy fácil pensar que los resultados son esos signos. La búsqueda de resultados no es solo el enemigo de la oración; realmente es lo opuesto a la oración.
  • juan diego esquivias padillahas quoted7 months ago
    igual que el corazón del oso, que cuando hiberna en la cueva rebaja la energía de sus latidos hasta hacerlos casi imperceptibles.
  • juan diego esquivias padillahas quoted7 months ago
    el coche que está en primera línea ante el semáforo no sale inmediatamente cuando se enciende la luz verde, suena un estrépito de bocinas como si corearan: «Soy más importante que la persona que tengo delante, que no merece encontrarse en mi camino».
  • juan diego esquivias padillahas quoted7 months ago
    números son importantes en las Sagradas Escrituras, y a menudo son algo más que una simple medida cuantitativa. El número cinco, como en los cinco maridos de la samaritana, puede significar también otras realidades. San Buenaventura enseñó que el número cinco en el pasaje de la samaritana estaba conectado con el número cinco en el relato del rico y el pobre mendigo Lázaro en el Evangelio de San Lucas (cfr. Lc 16:28). En esa parábola, Jesús cuenta la historia del hombre rico que se encuentra en el Hades tras haber ido de banquete en banquete durante toda su vida, y de haberse desentendido del pobre Lázaro que mendigaba a su puerta. En medio de su suplicio en el Hades, el hombre rico levanta la vista y ve a Lázaro feliz en el cielo. El rico teme que sus cinco hermanos, que todavía viven, acaben del mismo modo que él, así que le pide a Abraham que envíe a Lázaro a sus cinco hermanos y que les diga que se arrepientan mientras aún están a tiempo. San Buenaventura dice: «Por el número cinco se entiende que aquellos se habían entregado a los cinco sentidos corporales, según lo que se le dijo a la samaritana en Juan 4:18: ‘Has tenido cinco maridos…’»[2]. Los hermanos representan los cinco sentidos que el rico había estado satisfaciendo durante su vida. La referencia a los cinco maridos de la samaritana nos ayuda a recordar la trampa de entregarse a la satisfacción de los cinco sentidos, una satisfacción que le causaba a la samaritana mucho sufrimiento y que le impedía la relación con los demás. Sin embargo, en un momento determinado de aquel modo de vida, lo que era doloroso e hiriente resultó ser bueno y verdadero.
  • juan diego esquivias padillahas quoted7 months ago
    Las excusas no apagan nuestra sed.
  • juan diego esquivias padillahas quoted7 months ago
    Consideremos de nuevo la frase que abre el pasaje evangélico, la que decía que era necesario que Jesús atravesara Samaría. No era una necesidad geográfica; más bien era necesario que Jesús atravesara a causa de esta mujer y su salvación
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