En Sudáfrica, en el Parque Kruger, los recorridos para ver leones, elefantes, hienas o leopardos se hacen en camiones 4x4 totalmente descubiertos, con ocho, diez o doce plazas. ¿Por qué los animales salvajes no los atacan? Sería sencillísimo. A veces están tan cerca que casi tocan una rueda del camión, les bastaría dar un pequeño salto y llevarse a una persona. Sin embargo, los animales no ven al individuo. Ven un camión, es decir, un animal poderoso que corre, se para y al que no deben atacar porque es mayor que ellos. Eso sí, nadie puede bajar del camión ni tan siquiera ponerse de pie, a riesgo de que entonces la fiera vea a la persona, con lo que podría atacarle con toda facilidad.
Apearse del camión es como dejar de formar parte del equipo. ¿Qué siente un ser humano cuando deja de formar parte de un equipo? A lo largo de los años he visto marcharse a creativos, ejecutivos, directivos, y casi en todos los casos al volverles a ver, lo primero que me han dicho ha sido: «Como en Bassat Ogilvy, en ninguna parte. Aquí yo era parte de un equipo, casi de una familia. Ahora soy simplemente un individuo en una organización». Tal vez por ello, es bueno recordar de vez en cuando a tu equipo que pueden sentir orgullo de hasta dónde han llegado juntos y hasta dónde, juntos, pueden llegar.