El camino de las mujeres norteafricanas o de origen norteafricano hacia la igualdad no está exento de retrocesos. Así, tras décadas de lucha para dejar atrás rémoras culturales patriarcales, la llegada de un nuevo islam fundamentalista, fomentado desde los países del Golfo, está en vías de anular los avances del movimiento feminista.
La difusión masiva del velo es el símbolo más claro de este proceso reaccionario: una prenda uniformada, normificada desde Malasia hasta Marruecos, pretende erigirse en símbolo de una “identidad cultural”, a la vez que comporta un claro mensaje religioso, ideológico y sexista.
Ante esta presión están solas. La derecha las considera simplemente “moras” y, como tal, parte del problema del islam, que entiende como una amenaza mundial. Una buena parte de la izquierda, tras décadas de lucha por la laicidad, se dedica a cortejar a ese mismo islam rigorista en aras de una mal entendida “diversidad”, y promueve activamente el velo y, con él, todo un conjunto de actitudes del patriarcado fundamentalista.
Este libro pone de manifiesto cómo el colectivo de inmigrantes norteafricanos en España ha abandonado su cultura para arrojarse en brazos de un neoislam más sexista que nunca. Y denuncia cómo empresas y administraciones colaboran con este, fomentando el velo y ahogando la lucha de las mujeres por sus derechos.