Nuestras compañeras de clase, de juegos, nuestras vecinas y amigas están ya muy por encima de todo lo que para nosotras está prohibido. Aun así, se nos ordena silencio, y muchas, más de las que me gustaría, lo hacen diciendo además que es lo que corresponde porque hemos heredado una identidad. Sí, ya no sólo heredamos la religión, heredamos la identidad religiosa que ni siquiera alguna vez tuvieron nuestros padres. Padres que siempre se han nombrado marroquíes o argelinos o amazigh, pero no musulmanes, no hasta hace pocos años