Tratado de economía herética

Los herejes de hoy son los descendientes de un linaje muy antiguo, oculto, pero jamás extinto, que ha sobrevivido bajo la forma de grupos aislados de excéntricos. Están profundamente insatisfechos; creen que la observación común es suficiente para demostrar que los hechos no concuerdan con el razonamiento ortodoxo.

La globalización, que primero fue el arma de los países ricos contra los países pobres, se ha convertido en el arma de las empresas multinacionales contra los ciudadanos.

La Unión Europea, fundada sobre el principio de la libre competencia, entrañó, asimismo, la competencia entre los modelos sociales y fiscales de los Estados miembros. Ese juego de suma negativa ha llevado a todos los países a adoptar el enfoque minimalista de las prestaciones sociales y es de temer que los impuestos y las protecciones de los asalariados se reduzcan rápida e inexorablemente en el conjunto de los países europeos. La construcción europea también se ha caracterizado por la desconfianza entre los países, lo cual ha hecho de los miembros de la Unión competidores antes que socios (con base en la idea de que la competencia engendraría la felicidad). El euro no ha hecho sino reforzar esa tendencia, debido a que impuso pautas idénticas a 19 países con diferentes grados de desarrollo y demográficos. En el presente, el costo humano es desastroso: 10 años después de la crisis, millones de vidas han sido arruinadas por la austeridad; las generaciones más jóvenes tienen que elegir entre el desempleo generalizado o los empleos precarios, y los partidos nacionalistas y xenófobos son cada vez más poderosos.

En el mundo, la evolución de los distintos sectores energéticos durante los últimos 10 años muestra que Canadá y Australia utilizan más petróleo hoy en día que hace 10 años; Estados Unidos, Canadá, Francia y Japón, más gas, y Reino Unido, Polonia e Italia, más carbón.

los Estados Unidos han añadido cuatro millones de barriles de petróleo (principalmente de esquisto) al mercado mundial; Canadá ha desarrollado los aceites de arenas bituminosas (el petróleo más contaminante del mundo), y Francia, después de un debate muy virulento sobre la explotación del gas de esquisto, optó por desarrollar el gas metano de los mantos carboníferos (un gas no convencional) en las regiones de los Altos de Francia y del Gran Este.

El gasto público se considera únicamente en función de una masa monetaria que es necesario reducir, nunca en función de su utilidad. La realidad es que el hecho de reducir el gasto público equivale a atacar a las clases medias y pobres, a aquellos que no cuentan con los medios para ofrecerse otra protección que no sea la que asegura el servicio público.

EL REDUCIDO porcentaje de individuos que acaparan la mayor parte de la riqueza tiene interés en hacer creer que se lo merecen. La mejor manera de dominar al resto de la población es hacer que todos acepten, como una verdad indiscutible, que un individuo es dueño de su propio destino y que su éxito o su fracaso se deben únicamente a él mismo. Esta fábula está presente en todas partes: 1) en las biografías y en los programas de los medios de comunicación dedicados a políticos, empresarios, artistas o deportistas que consideran que su éxito es resultado de su personalidad, antes que de las instituciones que les permitieron tener acceso al éxito; 2) en las políticas fiscales acomodaticias con respecto a los muy ricos, que legitiman que una gran fortuna depende únicamente del talento de su poseedor y que, por lo tanto, gravarla equivaldría a un robo, y 3) en las políticas humillantes en contra de los desempleados, a los que, por considerarlos perezosos, se debe controlar sistemáticamente, so pena de que sufran la reducción de sus prestaciones por desempleo. Ésa es la manera como se manifiesta concretamente el catecismo del individuo como dueño de su propio destino; sin embargo, la realidad es muy diferente y los hechos demuestran que el voluntarismo individual no pesa gran cosa frente a la clase social originaria.

especialmente en Japón, los fondos necesarios para su proyecto de acerería. ¿Los resultados? En la actualidad Corea del Sur ha creado empresas campeonas mundiales, como POSCO, LG, Hyundai, Samsung, etc.10 Eso nunca podría haber ocurrido si Corea del Sur hubiese seguido escrupulosamente las recomendaciones del consenso de Washington; por lo demás, ninguno de los países industrializados de hoy, comenzando por los Estados Unidos, ha aplicado el método preconizado por el consenso de Washington para desarrollarse.

(El euro: cómo la moneda común amenaza el futuro de Europa)

(La economía del bien común), Jean Tirole