Creo que ahora mismo el movimiento solo se centra en políticas inclusivas para el trabajo y en celebrar esa inclusión, y eso está genial, pero se olvida por completo de la gente a la que ya se ha dejado atrás, como las personas trans y las personas sin hogar. Nuestro planteamiento es que no necesitamos una política para hacer inclusivos los centros de trabajo, sino que necesitamos un techo. Eso contestamos cuando todo el mundo dice: “¿No está genial que esta organización tenga baños mixtos?”. Sí, claro, pero esa ya tendría que ser una regla general igualmente.»