Twisted 02 – Twisted Games

Feliz Navidad, princesa.

―Feliz Navidad, señor Larsen.

Nos besamos, más lento y dulce esta vez, y aunque técnicamente aún no era Navidad, ya sabía que era la mejor que había tenido hasta ahora.

Después de todo, todavía teníamos toda una vida de Navidades por delante.

Fin otra vez…

Nunca esperé casarme primero en mi grupo de amigas, y pensé que el matrimonio sería aburrido, pero la broma fue para mí porque me encantaba. El matrimonio hizo que las cosas entre Rhys y yo fueran aún más calientes. Más íntimas. Él siempre fue mío y yo siempre fui suya, pero ahora, el mundo entero lo sabía.

ahora mismo prefiero abrazar a mi esposo.

Porque si bien lo que teníamos no era un cuento de hadas tradicional de ninguna manera, era nuestro. Y era para siempre.

Yo no era la princesa de los cuentos de hadas y Rhys no era el príncipe azul.

No quería que lo fuéramos.

Ah, parece que se me acabó el tiempo. Hablo contigo más tarde. Necesito salvar a Sabrina antes de que el abuelo la obligue a nombrar a nuestro bebé Sigmund por nuestro tío abuelo. ―Él dudó―. ¿Eres feliz, Bridget?

Tres meses después de mi coronación, Rhys y yo regresamos a la Catedral de Athenberg para nuestra boda.

Señor Larsen, si me haces llorar en mi propio baile de coronación, nunca te perdonaré.

Mi sonrisa se amplió y la besé, sin importarme si las muestras de afecto público estaban fuera del protocolo.

―Entonces es bueno que tenga el resto de nuestras vidas para compensarlo.

Estaba bromeando. ―Mis labios rozaron su frente―. Siempre serás mi princesa.

Su Majestad, la Reina Bridget de Eldorra.