Porque te empeñabas en destruir un sistema que lleva funcionando miles de años, desde la época de Ramsés. Un sistema en el que todos estamos educados. Querías cambiarlo en un año. ¿Me entiendes ahora? Querías que floreciera la justicia y la igualdad, y eso es imposible. Intenté explicarte una y otra vez que, en lugar de cambiar el sistema, era preferible que echaras una mano a quien necesitaba tu ayuda. Somos un país al que le encanta la corrupción, presumir, los chanchullos, beneficiar a familiares y a amigos, y tú no lo quieres entender. Y al final te has hecho daño a ti misma y a los desgraciados que te rodean.