¿Por qué conmigo?, le pregunté. Porque yo a ti te gusto, Tama-chan, contestó él con voz triste. Este hombre está tan triste como yo, pensé.
¿Qué será lo que más feliz hace a Subaru?, susurró Nishino. Ella es feliz haga lo que haga, contesté yo en voz baja. Aunque sabía que, en realidad, no era así. Si Subaru hubiera entrado en ese momento, se habría sentido desgraciada. Terriblemente desgraciada.