Profunda con respecto a sus temas: la impotencia frente a la injusticia, el miedo, la familia, la política, las decisiones extremas y el desarraigo. Tiene un gran ingrediente que es una Buenos Aires moderna, bella, iluminada parcialmente y con maestría. El Eduardo Bechara que se pasea en estas páginas es un tipo que se hace querer y mucho, y nos deja un sabor a vulnerabilidad, característica tan propia de los humanos