Deberíamos morir como hace la muda de los animales. Cuanto más viejos, la piel se haría más clara. Al final, veríamos todo lo que hay dentro de nosotros, las venas, los huesos, los sentimientos, todo. Al mismo tiempo, la piel sería como un espejo. Y la gente se reflejaría en nosotros antes de que acabáramos siendo completamente transparentes.