Tú, Seonghee, eres diferente a mí
puesto que tú crees en Dios y en el ser humano.
Nunca me dejé convencer por ti.
No podía creer en la existencia de un ser absoluto que nos contemplara con amor.
Ni siquiera soportaba leer en voz alta el Padrenuestro hasta el final.
¿Que nos perdone nuestras ofensas, así como perdonamos a los que nos ofenden?
Yo no he perdonado nada ni quiero perdón de nada.