Las nociones de individuo y colectivo, interior y exterior, pueden ser transcendidas. El interior está hecho del exterior. Cuando nos tocamos la piel, tocamos el agua, el calor y la tierra que están en nosotros. Al mismo tiempo, sabemos que estos elementos también existen fuera de nuestro cuerpo. Con una mirada profunda podemos ver que el sol es también nuestro corazón. Si el corazón deja de funcionar, moriremos al instante. Del mismo modo, si el sol, nuestro segundo corazón, deja de brillar, también moriremos al instante. Todo el cosmos es nuestro cuerpo, y también nosotros somos el cuerpo de todo el cosmos.